B Hotel

brad h

Visita obligada si visitas Barcelona. Es un hotel más pequeño pero muy bonito. El único inconveniente que diría es que la cama era un poco rígida y las almohadas eran demasiado pequeñas y delgadas. En general, volvería.

Amy P

Terminé quedándome en este hotel dos veces: una al comienzo de mi viaje y otra al final. Ambas experiencias fueron geniales. Ahora soy un gran fan. Desde el momento en que llega y entra por una puerta corredera exótica, el hotel se siente elegante y moderno. El personal de recepción fue extremadamente amable y mi falta de español no fue en absoluto un problema. Las habitaciones son muy grandes con ventanas/balcones gigantes que dan a la concurrida calle. Me divertí mucho viendo a la gente caminar debajo. Hay un Starbucks en el edificio, pero echa un vistazo al desayuno diario del hotel. Hay mucho para elegir: panes, pasteles, granola, cereales, frutas, huevos fritos y revueltos y más. Incluso hay una estación sin gluten. Y sí, múltiples máquinas de café. Por último, pero no menos importante, la piscina y el bar de la azotea. Aventúrese hasta el octavo piso y encontrará una piscina infinita con vista a la bulliciosa ciudad. Puedes pedirte una bebida y un aperitivo mientras disfrutas de la vista. Es impresionante.

Tiago Almeida Da Silva

Nos alojamos en este establecimiento a principios de septiembre. Al llegar, nuestra bienvenida fue magníficamente bien, gracias a la recepcionista Sascha por su profesionalismo, pero en lo que respecta al resto del personal, no hola, no mira, frialdad en los diálogos y minimalismo. Información contradictoria para los tiempos de la piscina. Nos enteramos en el acto durante el segundo día que la piscina cierra a las 20.00 horas en lugar de las 21.00 horas y que a partir de las 19.00 horas no hay más servicio en la azotea "si tenemos sed, tenemos que salir a comprar para volver". según ellos. La habitación es grande, agradable y la limpieza está bien hecha pero ojo con el aislamiento, no hay que ser sensible porque se oye el metro y el tráfico todo el día y muy tarde por la noche. Correcto desayuno con productos frescos y locales. En general, fue una buena estadía, ya que podríamos haber dado una calificación de 4, pero el personal bajó esa calificación.

Jean-Luc Imaque

Un hotel magnífico en el corazón de Barcelona Un personal impecable discreto muy profesional habla varios idiomas las habitaciones estan muy bien cuidadas excepto la heladera que no funcionaba