1881 per Sagardi

Mark

Una gran experiencia a la que se le quitó el brillo debido a la experiencia de registro en la planta baja, que se sintió menos como ser recibido pero más como la seguridad del aeropuerto. Para empezar, no pude encontrar la entrada, no hay señales en ninguna parte. Adivinó y atravesó el arco marcado con "1881" y un guardia de seguridad neandertal lo trató como si acabara de insultar a su madre. Volví obedientemente a mi lugar en la fila bajo el arco marcado como "Museo" y esperé diez minutos mientras la recepcionista batallaba con la computadora. Finalmente llegué al frente y me detuvieron a mitad de la oración y me dijeron que tenía que esperar... ¿algo...? Luego se dirigió al ascensor que no tenía indicación del piso al que ir. Volvió a adivinar y llegó al piso correcto. Gruñido por otro tipo de seguridad neandertal hasta que finalmente se encontró con un profesional. Todo bien a partir de ese momento, excepto por el primer mesero que parecía no saber nada sobre bebidas. La comida excelente y el servicio después del check-in muy bueno. ¿Quieres ser elegante? Entonces tienes que SER elegante.

Barbara Parra Huertas

Una experiencia excelente. El sitio es idílico, y el servicio extraordinariamente atento. Hemos comido rodaballo salvaje y la calidad del pescado inmejorable. Se agradece que no esté orientado únicamente al turismo. Así da gusto gastárselos.

Sebastian Bacigalupe

desde la comida, la atención y el ambiente, fue todo impecable. sin dudas repetiremos

Fran Hernandez

Fatal! Fui hace dos moches y pedimos un entrecot de 1 kg para dos. Nótanos q el filete era muy grande y al ver la cuenta nos metieron un Filipe de 2.200 Kg, más del doble de lo q pedimos y 200 euros el bistec. Muy mal