Casa Rafols

Ivan R

El lugar es muy bonito. El servicio lento y desorganizado. Los platos bien. Esperaba más del lomo bajo de ternera y con algo de acompañamiento, además tenia bastante nervio. Las croquetas eran ricas, las de boletus algo sosas. Los postres normalitos. Nada a destacar. Bien de precio.

María Luisa

Este restaurante comenzó en 1911 como una de las ferreterías más espectaculares de Barcelona y dentro de su sótano tenían un comedor secreto. Ahora, convertido en su totalidad en un restaurante tienen una carta variada donde se pueden encontrar tapas, carnes, mariscos, ensaladas y unos postres buenísimos. Todo de proximidad. El trato del personal es muy bueno. En esta ocasión nos atendió Ángeles, que fue más que excelente. Nos recomendó varias cosas nuevas que no habíamos probado antes. Si quieres tomarte un cóctel y pasar un buen rato después de la comida, en la parte de abajo está el bar tipo “speakeasy”. Un ambiente a la altura de este restaurante tan precioso. Definitivamente es un lugar al que vuelvo y volvería por toda la experiencia al comer aquí.

Maria Beatriz Garcia Garcia

No cumplió mis expectativas. El lugar es muy bonito. El servicio no nos gustó, no vimos mucha profesionalidad. La presentación de platos tampoco, el pulpo un poco duro y el rodaballo un poco seco y emplatado sin ninguna gracia. Calidad si, pero algo subido de precio

yolanda arellano

A la hora de hacer la reserva, fueron muy educados, al llegar antes de entrar han ido a comprobar que todo estaba correcto y una vez en mesa nos han aconsejado muy bien, todo estaba muy bueno y hemos comido miy bien, el trato realmente bueno. Un lugar con historia y con ganas de volver