El Cau

Mochi Sara

El sitio en si está bien , la chica de la entrada muy amable . Lo negativo es que como comenta otra reseña hemos tenido la misma sensación , algunos padres estaban sentados en el suelo sin dejar pasar en la zona de los arcos hablando (sus hijos no estaban con ellos) y muchos niños mayores correteando peligrosamente. Si es cierto que en una zona no había luz y los juguetes bueno un poco gastados y viejos y la zona de cojines de peluches algo sucio , pero el lugar es divertido a ojos de un bebé - niño … y tienen varias opciones para entretenerse y eso es lo que importa también hacia bastante calor en la sala del final . No se si volveremos, quizás si para tener una idea mas clara de si vale la pena o no. De momento no nos ha apetecido repetir

menatallah Amer

No es la primera vez que voy al Cau y cada vez peor. He estado hoy por la tarde con mi hij de 18 meses, el sitio estaba lleno de niños mayores que corrían por todas partes y no dejaba juguetes ni sitio para los pequeños. Además los padres de los niños estaban ocupando más espacio delante de cada zona y ni se molestan en dejar los demás pasar, tampoco el personal del lugar les llamaba la atención. Había zonas de juego sin luces, zapatos fuera del sitio donde deberían estar recogidas. En fin, estar en parque público es mejor que pagar 7 euros por persona en un sitio como este.

Andrea Auset

Ha sido un grato descubrimiento tanto para nuestro bebé de un año como para nosotros. El proyecto de juego desestructurado es muy interesante.Tiene todo lo que me encantaría tener en casa pero por cuestiones de espacio no podemos: toboganes, cuerdas, cojines enormes, sofás y escaleras en volúmenes blanditos, agujeros, túneles y espacios sorpresa... Y me gusta que los niños de varias edades interactúen en el juego, así como con los materiales, sin género, de madera o naturales. Es muy enriquecedor y todos aprenden tolerancia y respeto por el espacio personal y el uso de los materiales. Además de la oportunidad del adulto de conectar con su propio niño interior y acompañarlos por los recovecos! No es un local enorme así que hemos ido a un taller entre semana, y por la mañana es el momento ideal. El personal, Nina y Andrea son encantadoras y lo hacen todo fácil y agradable. Y los materiales, obviamente llevan trote en el uso pero el mantenimiento es correcto. Respondiendo a otros comentarios, las medidas covid se cumplen y la ventilación puede ser cruzada (de punta a punta del local), pero lógicamente la emplearán cuando el local este vacío. Nosotros nos hemos sentido muy seguros y acompañados en el servicio. Volveremos.

sou kaina

Mi hijo se lo pasa muy bien allí, vamos muy a menudo y siempre se queda con las ganas de quedarse más tiempo cuando toca salir jeje Nina es encantadora